10.2.10

Sobre la desaparición de los diarios

Un tema recurrente de este y cualquier otro blog periodístico es la caída libre que viven los diarios papel. Esto se nota más en la meca del negocio, Estados Unidos. Las últimas noticias confirman la alarma.* Algunos diarios ya dejaron de salir todos los días, como The Washington Times, que ahora sólo aparecerá de lunes a viernes. Otros, como The Detroit News, saldrán sólo tres días: jueves, viernes y domingo.* Al cierre de La Biblia de la industria periodística, Editor & Publisher, se suma el despido de los editores de numerosas redacciones (son los más caros y menos predispuestos a los cambios).* Los diarios comienzan a interrumpir el delivery puerta a puerta (una vieja escena que hemos visto mil veces en las películas estadounidenses y ahora desaparecerá).* Están despidiendo a los caricaturistas de las páginas editoriales. Van 30 despedidos sólo en 2009, entre ellos varios premio Pulitzer.* Por ahora, no hay ninguna ciudad grande estadounidense que se haya quedado sin diario; sí hay muchas que sólo conservan uno. Pero se espera que aquello ocurra... el año que viene.* Crecen los medios y cadenas de medios que caen en bancarrota.* Para reducir costos, los diarios licencian al personal sin sueldo. Algunos de los empleados afectados crearon esta web para intercambiar sus casas y aprovechar los días muertos para viajar.* Los primeros relevamientos de fin de año hablan que sólo en USA se perdieron 40 mil puestos de trabajo en los diarios, casi el doble de los 21 mil echados en 2008. ¿Cuántos empleados quedan en actividad? Unos 284 mil. ¿Cuántos eran hace 10 años? 425 mil. Pedazo de recorte.Todos estos son apenas números. Queda por hablar sobre lo que más nos importa a los periodistas y al público consumidor de medios. ¿Adónde se está yendo el periodismo en medio de este cambio, de estos recortes? ¿Le interesa esto a alguien más que a los periodistas? ¿Cuánta vida tienen ya no sólo los diarios papel, sino los medios tradicionales, esas señoras gordas unidireccionales y altivas, acostumbradas a ser voces únicas, incuestionables, y que ahora no saben cómo acomodarse a los tiempos web? No dudo que estos son tiempos interesantes. Pero ¿cuántos no preferirían cambiarlos por otro?

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